Los pobres en espíritu

«Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.» (Mt 5:1-3)

Bienaventurados. La palabra significa literalmente “feliz, afortunado, dichoso”. Se refiere aquí a algo más que una emoción superficial. Jesús describe aquí el bienestar divinamente concedido que solo pertenece al creyente. Las Bienaventuranzas demuestran que el camino a las bendiciones celestiales es contrario al camino mundano normalmente seguido en búsqueda de la felicidad. La idea del mundo es que la felicidad se fundamenta en riquezas, alegría, abundancia, lujos y cosas semejantes. La verdad es totalmente opuesta. Las Bienaventuranzas ofrecen la descripción de Jesús del carácter de la verdadera fe. pobres en espíritu. Lo opuesto a la autosuficiencia. Se refiere a la profunda humildad de reconocer la absoluta bancarrota espiritual de sí mismo cuando estamos apartados de Dios. Esto describe a aquellos que están agudamente conscientes de su estado de perdición y carencia de esperanza fuera de la gracia divina de ellos es el reino de los cielos

Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 9:12-13
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.» Lc 18:13

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